El drama que viven millones de Ucranianos está caracterizado por la incertidumbre. El señor Putin entendemos espectáculo con una tibia resistencia del pueblo ucraniano en su declaratoria de guerra -el dictador- estaba seguro de que algunos países iban a adherirse a su política guerrista, sin embargo, ya en la realidad se ha encontrado con una comunidad internacional contraria a sus postulados y con un pueblo ucraniano que le está haciendo difícil su infame tarea de destruir a Ucrania. Es Putin y no el pueblo Ruso el que decide declarar la guerra, acción bélica irracional, que pese a la resistencia valerosa del pueblo ucraniano, se está cumpliendo de acuerdo a lo planificado por el presidente ruso, y pese a las sanciones que el mundo internacional le está proporcionando a Rusia, estas no parecen incomodar al dictador, todo lo contrario cada nueva sanción parece agrandar sus protervos deseos de tomarse Ucrania. Es importante señalar que, si bien Putin aparece haciendo caso omiso a las sanciones internacionales a la Rusia invasora, el impacto está siendo sentido por el pueblo ruso. Veamos, se ha desconectado a Rusia del Sistema Internacional de Pagos (SWIFT), un golpe durísimo a Rusia. Se ha bloqueado la apertura de Gasoducto Nord Stream 2 de Rusia en Alemania. El comercio ha sido igualmente golpeado varias multinacionales que laboraban en Rusia han salido de territorio ruso. Las sanciones han llegado incluso al deporte, Rusia está excluida de toda competencia internacional, incluido su no participación en el Mundial a desarrollarse en Qatar. Al dictador ruso parece no importarle que el mundo le dé la espalda en su proterva e irracional política guerrista. No hay duda de que así como están las cosas Putin militarmente tendría asegurada su pírrica victoria, no así en el plano político que es en donde ha triunfado el pueblo ucraniano que ha recibido mayoritariamente la solidaridad de la mayoría de países del mundo, Frente a este panorama Putin está desafiando todo frente a un pueblo ucraniano unido que resiste pese a su desigual poder bélico frente al invasor. (O)