LIDERAZGO

El tiempo ha empezado a correr para el presidente Daniel Noboa, en su corto mandato, ante la esperanza del pueblo ecuatoriano de tener respuestas para muchos problemas acumulados, por múltiples causas. Siendo el presidente ecuatoriano más joven de la historia, genera gran expectativa por sus ejecutorias. A eso se suma el hecho de ser un “outsider” si consideramos que no proviene de la clase política partidista que ha gobernado los últimos 44 años. Lo que si tiene a su haber, es la preparación académica recibida en las mejores universidades del mundo occidental.

Las primeras decisiones han causado sorpresa y sugieren que el estilo de gobierno será distinto a lo que estamos acostumbrados. Empezó por lograr un acuerdo legislativo controvertido, que consolidó un bloque de 94 legisladores para elegir sus autoridades, el CAL y las 15 comisiones permanentes. Como resultado de este acuerdo, en pocas horas se aprobó la ley de equidad salarial de género por unanimidad y el CAL ha dado trámite a la reforma tributaria propuesta por Noboa. Los asambleístas están convocados 3 veces por día para devengar su salario y se han puesto objetivos medibles, así como límites de tiempo que dedicarán para tramitar actos de fiscalización y legislación.

Por el lado de su tarea ejecutiva, se han nombrado gobernadores con un perfil inclinado hacia la seguridad que clama el país, apartándose de la línea partidista que lo llevó al poder. Aunque esto causa desaliento en sus seguidores, evidencia que busca resultados con acciones dirigidas a sofocar la ola de violencia que azota al territorio nacional. Se podría decir que esa inclinación puede debilitar la gestión en los otros sectores críticos que esperan respuesta. Estamos expectantes para evaluar las estrategias de las jóvenes ministras y ministros, que permitan generar fuentes de empleo, reactivar la economía, mejorar la atención de salud y la educación.

La visión del presidente, plasmada en su plan de gobierno, es dinamizar la agricultura y ganadería, apoyar los emprendimientos de la juventud, generar fuentes de financiamiento a costos competitivos, implementar incentivos tributarios para nuevas inversiones y generación de empleo para jóvenes. Esta es la intención en la reforma tributaria planteada, que gracias al acuerdo político alcanzado, deberá ser aprobada antes del fin de año para que rija desde enero, 2024.

Por estas razones, Cotopaxi tiene grandes posibilidades de salir del estancamiento milenario, aprovechando sus potencialidades en agricultura, ganadería, forestación, industria, energía y turismo. Se requiere inversión privada, seguridad jurídica, condiciones competitivas con otros países de la región y políticas de Estado que las atraigan. A eso se sumarían los recursos naturales y humanos de excelencia que adornan este territorio. Esperamos que la visión del primer mandatario sea continuada y desarrollada en Cotopaxi por sus autoridades, que deberán convocar a los actores sociales y económicos para emprender un proyecto de provincia que se extienda en el tiempo, mucho más allá de este período presidencial abreviado.

Las cartas están echadas. Ecuador es un país privilegiado, que requiere de liderazgo para enrumbarse en la dirección apropiada. Noboa representa a la gente trabajadora que emprende con fe y entusiasmo en pos del objetivo que se ha propuesto, trabajando sin descanso para construir un futuro digno. Estamos seguros que Daniel identificará los objetivos más importantes y encaminará al sector público en dirección a hacer realidad las soluciones que convengan a la mayoría de sus habitantes. El pragmatismo será el nombre del juego. Todos los actores de esta sociedad debemos sumarnos a esta cruzada por cambiar el rumbo del país. Miremos hacia adelante, buscando insertarnos en el mundo competitivo actual. Dejemos atrás el viejo país con sus grandes males.

¡DESPERTEMOS!

administrator

Related Articles

Deja una respuesta

×