By La situación climática que está viviendo varios países del mundo y por ende el Ecuador, está generando graves problemas en la vida de las personas, y los seres vivos, debido a la falta de lluvias por ende de humedad y agua para el consumo humano, animales, a ello se suma la afectación que está viviendo el campo por la falta de lluvias y las heladas que están terminado con la producción agropecuaria, hoy los campos lucen desiertos, llenos de polvaredas.
Uno de las actividades afectadas por este cambio climático que está viviendo el país, especialmente las provincias de la región interandina son aquellas familias dedicadas a la actividad apícola, es decir producción de miel a través de las abejas, indican que la producción ha bajado en más del 50% afectando el ingreso económico de dichos hogares dedicadas a esta actividad.
Una productora de miel, comentó que por varios años junto a su familia se dedica a esta labor y por ende a la producción de una variedad de subproductos; las actuales condiciones climáticas de sequía y la falta de lluvias ha llevado a la desaparición de la floración en diferentes tipo de vegetación existente en el campo, principal elemento para la producción de la miel a través del trabajo de las colmenas, llevando a los dueños a trasladar las colmenas al sector de la Costa, lugar que también está siendo afectado por la falta de lluvias y por ende no existe floración por el clima que esta afectado al país.
Por esta situación ha bajado la venta de miel de abeja y a la producción de subproductos como el shampoo, cremas, barras energéticas y por ende la reducción de ingresos económicos para las familias que viven de esta actividad, misma que podría verse mucho más afectada de continuar la falta de lluvias y por ende la sequía y la presencia de insoportables soles.
La productora, señaló que el 2023, la producción de miel de abeja era de cuatro toneladas por temporada, en lo que va de este 2024, no han logrado completar ni una sola tonelada, para la producción de la miel se necesita de proteínas que son conseguidas de la floración, hecho que se ha visto afectado por los incendios forestales que este año han consumido cerca de 3000 hectáreas de bosques, vegetación nativa y la falta de lluvias que ayuden a mantener el ecosistema que necesitan las abejas.
