Cristian Gavilanes, director del MAG en Cotopaxi, destacó la importancia de implementar acciones constantes para garantizar la calidad de los servicios de asistencia técnica. “Es fundamental que tanto las autoridades como los productores trabajemos de la mano para enfrentar estos desafíos medioambientales”, señaló.
En este contexto, se han llevado a cabo varias reuniones con apicultores locales para analizar la situación actual y diseñar estrategias que permitan mitigar los efectos del cambio climático en la producción de miel. Durante estos encuentros se ha resaltado cómo la variación climática ha impactado directamente en la floración y, por ende, en la actividad apícola.
Además, se está llevando a cabo un programa de capacitación para apicultores con el objetivo de mejorar su competitividad en el mercado. Estas capacitaciones incluyen técnicas de manejo sostenible, diversificación de productos y adaptación a nuevas condiciones climáticas.
El soporte técnico juega un papel fundamental en este proceso, permitiendo a los apicultores acceder a conocimientos actualizados y herramientas que les ayuden a optimizar su producción pese a las adversidades. En este sentido, la colaboración con la academia ha resultado clave para la investigación y el desarrollo de nuevas prácticas apícolas.
Actualmente, en Cotopaxi existen más de 200 apicultores que manejan un considerable número de colmenas. Entre las asociaciones apícolas de la provincia, se destaca una que anualmente produce cerca de 25 toneladas de miel de abeja, en los cantones de Latacunga, Sigchos, Salcedo y Pujilí.
El director asegura que, las autoridades y los apicultores continúan trabajando juntos para establecer estrategias efectivas que permitan revitalizar el sector apícola en Cotopaxi. Se espera que, con el apoyo gubernamental, técnico y académico, este importante sector pueda adaptarse y superar los desafíos impuestos por el cambio climático.