Todavía es desconocido en nuestro medio la costumbre de los japoneses de tomar todos los días en ayunas cuatro vasitos de agua para combatir algunas enfermedades tan comunes en nuestra sociedad causadas por los efectos ambientales, malos hábitos alimenticios y adicción a substancias nocivas para el organismo, tales como: dolores de cabeza y cuerpo, sistema cardíaco, artritis, latido rápido del corazón, epilepsia, exceso de peso, bronquitis, asma, tuberculosis, meningitis, enfermedades de los riñones y urinarias, vómito, gastritis, diarrea, hemorroides, diabetes, estreñimiento, enfermedades de los ojos, útero, cáncer, trastornos menstruales y enfermedades de oído nariz y garganta. Desde luego que esta terapia del agua ha sido aprobada por la Asociación médica del Japón.
Se conoce que algunas personas realizaban esta práctica de tomar agua en las mañanas con el propósito de perder peso; sin embargo, también se ha recomendado que beber agua es importante para eliminar toxinas del cuerpo, sin necesidad de recurrir a medicamentos u otros procedimientos complicados y costosos.
El tratamiento recomendado es el siguiente: Al despertarte beber cuatro vasos de agua o sea 160 ml de agua, antes de cepillarte los dientes, pero no es recomendable comer por unos 45 minutos. Además, después del desayuno no beber ni comer otros alimentos. Quienes no puedan beber cuatro vasos al comienzo, se puede empezar con menos, pero ir subiendo poco a poco. El agua debe estar a temperatura ambiente o tibia, no puede contener flúor u otros químicos, de manera que, si vives en una ciudad donde le agregan químicos al agua, se recomienda comprar un filtro de agua.
Como regla general, se debe consumir la mitad de nuestro peso en mililitros de líquido todos los días y adaptar esta cantidad dependiendo de qué tan activos o sedentarios seamos. Por ejemplo, si pesas 200 libras, es recomendable que bebas alrededor de 4 vasos de agua todos los días
Esta terapia no tiene efectos secundarios negativos más que ir al baño a orinar para aquellas personas que no están acostumbradas. También puede suceder que sientas síntomas de desintoxicación, estos son 100% normales y ocurren cuando el cuerpo se está limpiando, o sea eliminando toxinas o combatiendo organismos dañinos. Es necesario recordar que las toxinas pueden causar fatiga crónica, insomnio sensibilidad alimenticia o química y dolores de cabeza. Si sufres tales síntomas y tu médico no puede encontrar una causa, las toxinas pueden ser un factor con respuesta inflamatoria cuando el cuerpo trata de luchar con ellas.
Entre los síntomas en los primeros días que puedes experimentar en el proceso de desintoxicación están: picazón, mareo, un leve dolor de cabeza, malestar estomacal, ansias, diarrea, fatiga, cansancio, sentirse desanimado, mal humor entre otros que desaparecen en poco tiempo.
No todo el mundo sufre estos síntomas y en el caso de que pase, normalmente van desapareciendo. La duración puede variar entre unos días dependiendo de que tantas toxinas se están eliminando del cuerpo. Dejar que el organismo se encargue de los síntomas que desaparecerán de forma natural ya que bloquearlos con medicamentos también bloquearía el proceso de curación.
Finalmente, es importante iniciar el día bebiendo 2 vasos de agua, pero reducir el consumo de alimentos procesados como: harinas, productos de panificación, galletas, alimentos ricos en azúcar blanca, bebidas azucaradas y alcohol. Pero se puede incorporar alimentos que colaboren con la depuración, como frutas y vegetales.