La fuerte sequía, heladas y la falta de lluvias que está soportando Cotopaxi y varias provincias del Ecuador, está generando graves estragos y pérdidas económicas a los pequeños agricultores y productores de leche, quienes se sienten preocupados y desesperados al ver que sus ingresos económicos para mantener a la familia han bajado, producto de la reducción de la producción de leche y la pérdida de los cultivos por la falta de agua.
Santiago Naula, agricultor y gerente de la red de lácteos de Cotopaxi, comentó que la provincia por varios meses viene soportando una intensa sequía y por ende la falta de lluvias, generando pérdidas en la producción de papas, maíz entre otros productos, situación que ha llevado a muchas personas a abandonar el campo y emigrar a las ciudades y fuera del país, vendiendo sus animales.
Años atrás, en las comunidades del sector Oriental de Salcedo la principal actividad de vida de las familias era la producción de la papa, con el paso del tiempo dicha actividad cambio por la ganadería, la que se encuentra en el 90% y el 10% corresponde a la siembra de papas; actualmente estás actividades se encuentran a la baja producto del cambio climático.
La producción de leche se ha reducido en un 50%, debido a que los pequeños ganaderos no cuentan con pastos para la alimentación del ganado, las tierras están secas por la falta de lluvias; comentó que meses atrás el centro de acopio diariamente recibía de los pequeños ganaderos sobre los 7000 litros de leche, hoy recopilan tan solo 3500 litros; aproximadamente 200 familias dependen de esta actividad; antes por familia entregaban 100 litros diarios de leche hoy entregan 50, otras personas entregaban 30 litros hoy entregan 10, y aquellos que vendían 5 litros hoy lo hacen uno o no hacen nada.
La falta de alimentación para el ganado ha llevado a varias familias que vivían de la producción de leche a vender sus animales a precios bajos y abandonar el campo, a ello se suma la pérdida de los sembríos de papas y otros productos por la falta de lluvia, por ello el llamado desesperado de los pequeños agricultores según Naula a las autoridades, en especial al Ejecutivo para que den apoyo al campo y señalen la declaratoria del estado de emergencia al sector agropecuario de la provincia y el país.