El “Racismo compartido”, es de acuerdo a los analistas, un racismo de doble vía, es decir, el mestizo aún guarda una mirada peyorativa de discriminacion hacia el indígena y éste a su vez, no supera el resentimiento ancestral hacia los mestizos.
De acuerdo a la comunicadora social y analista, Silvia Osorio Proaño, este “racismo compartido”, impide a ambos segmentos de la población, entenderse como un solo conglomerado social, lo que afecta directamente a la búsqueda del bien común.
Esta distancia se acrecentó después de las manifestaciones de octubre de 2019 y junio de 2021, que tuvieron como protagonista a Leonidas Iza, quien ahora postuló como candidato a la presidencia de la República, presentándose a sí mismo como “indígena kichuwa – panzaleo” y no como latacungueño, pese a pertenecer a Toacaso, una de las 10 parroquias rurales de Latacunga.
“Es muy claro, como la distancia es de ambos lados, ni los latacungueños lo reconocen como tal y tampoco él (candidato) se identificó como latacungueño”, lo que indicaría de acuerdo a la experta que no existe apertura de aceptación desde ninguno de los dos bandos.
Habría sido evidente también durante la campaña; Iza estuvo rodeado de personas de su misma condición étnica y pertenecientes a las filas de Pachakutik, lo que minimizó su alcance poblacional.
“Si Leonidas Iza, representaba también a las organizaciones sociales, ambientalistas, y demás no se sintió la presencia de estos representantes, se evidenció que es un grupo bastante cerrado”, manifesto
La Comunicadora explicó que este es un proceso normal donde las normas de comportamiento se deben a factores como una realidad ancestral de desigualdad. Sin embargo, considera que parte de evolucionar como sociedad es no permitir que un pasado difícil interfiera en un desarrollo común.
También lamentó que, el otro segmento poblacional (mestizos), hayan aflorado nuevamente el rechazo a los pueblos originarios del Ecuador, tildándolos con epítetos que solo menoscaban en las heridas históricas con las que carga el pueblo indígena, que ya demostró su fuerza en las urnas posicionando a su candidato con un 5% aproximadamente, que es apetecido por Daniel Noboa y Luisa González en el segunda vuelta de estas elecciones nacionales para saber quién será la mujer o el hombre que gobierne los destinos del país por cuatro años más.