La Constitución de la República del Ecuador, estable que el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, es una entidad autónoma, regulada por la Ley de Seguridad Social, que es responsable de la prestación de las contingencias del Seguro General universal “a sus afiliados”. En consecuencia, el Sistema de Seguridad Social administrado por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, con financiamiento tripartito en donde “aportan” los Empleadores y el Trabajador en relación de dependencia y se suma por mandato legal la “contribución del Estado”, requiere desde hace mucho tiempo atrás un reajuste en su base matemática, financiera y actuarial, no solo de su amplio paquete prestacional y de este los más visibles, esto es, del Seguro de Pensiones de invalidez, vejez y muerte (IVM) y del Seguro de Salud Individual y Familiar (SSIF), sino en general de todos los seguros que están determinados en la Constitución y la Ley de Seguridad Social y que cada afiliado contrata con el IESS al momento de “afiliarse” y luego después cuando pasa a ser jubilado.
El actual Sistema Nacional de Seguridad Social y en manera particular el IESS demanda con urgencia una profunda innovación y adaptación de su presente estructura orgánica, administrativa, económica, financiera y actuarial. Queremos y respetamos mucho a esta noble Institución y lamentamos cada vez y cuando que, el cambio que debe proponerse y corresponde –no debe ser político partidista y del momento de cada gobierno-, sostenemos con firmeza que este debe ser totalmente técnico-administrativo, financiero-actuarial y obviamente legal; sin embargo, a la opinión pública y a la ciudadanía en general se lo hace conocer circunstancialmente de las múltiples enfermedades que padece el sistema, de su eterna agonía y su cada vez más cercano colapso. Para esto último hay que establecer como se resalta frecuentemente sus situaciones negativas, para nada se destaca sus bondades y su importante rol en el desarrollo social y económico del país. En contra parte no se indica a la opinión pública cual es la monstruosa deuda del Estado al IESS y como de gobierno en gobierno se pasan la pelotita, sin brindarle atención a la principal causa del deterioro de la Institución más importante de los ecuatorianos.
Los grupos, movimiento y/o partidos políticos que acceden al poder del Estado en cada momento pre-electoral, electoral y luego en el ejercicio de sus funciones en el Parlamento y en la Función Ejecutiva han dado el tratamiento técnico y legal para solucionar los graves inconvenientes que franquea el ente gestor de la seguridad social –el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social-. No estimados lectores, se incumple permanentemente el mandato de la Constitución de la República, la abultada deuda que mantiene el Estado con el IESS, es verdaderamente un freno para poder diseñar alternativas técnicas que permitan salir de la crisis institucional. Ninguna nueva estructura administrativa, económica, financiera, actuarial y mucho menos –legal-, podrá tener éxito si previamente el Estado y su gobierno de turno no reconocen la deuda que mantienen con el IESS, si los empleadores –igualmente- incumplen con sus obligaciones patronales. Ninguna entidad privada podría subsistir con una deuda que casi iguala a un presupuesto general del Estado. Si no me creen pregúntenle a SOLCA o a las prestadoras de salud o de diálisis. Tratemos este tema con seriedad, técnicamente y con conciencia nacional; como lo hacen las funciones del Estado cuando de la deuda externa y su pago se trata; pensemos que en el caso del IESS, está en riesgo la estabilidad social, económica y el propio desarrollo del país. No utilicemos el tema de la seguridad social como compromiso de interés del momento político que vive el país frente a un proceso electoral cercano; no engañemos a los ecuatorianos, conformando comisiones para el estudio, análisis y búsqueda de soluciones al grave problema de la vigencia de la seguridad social administrada por el IESS.
Si persiste el modo de actuar de los gobiernos de turno frente a la grave situación del IESS, si la función legislativa y los organismos que controlan al IESS, como la Contraloría General del Estado y la Superintendencia de Bancos, permiten que siga creciendo la monstruosa deuda del Estado al IESS, si avanza el creciente déficit actuarial, la falta oportuna de pago de obligaciones por parte de los empleadores y las políticas estatales inmiscuidas en el Banco de la Seguridad Social, permanecen, no hay un futuro alentador para el IESS. -Créanme- ninguna propuesta técnica, administrativa, actuarial y legal, podrá salvarle al IESS, si cada quien no cumple con la constitución y la ley frente al IESS. Hay una docena de pre-candidatos a la Presidencia de la República, y vamos a tener cerca de 150 legisladores, pidámosle nos digan algo sobre este tema. Hagámosle un “recordatorio”.