Frío inusual golpea a Cotopaxi y provoca pérdidas en la producción agrícola

Frío inusual golpea a Cotopaxi y provoca pérdidas en la producción agrícola

El clima en Cotopaxi ha dado un giro que preocupa a productores, comerciantes y autoridades, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) emitió una advertencia meteorológica por el marcado descenso de las temperaturas nocturnas, vigente del 13 al 16 de agosto, para toda la región interandina, según el informe, las zonas más altas de la provincia podrían registrar temperaturas mínimas de hasta tres grados centígrados, generando condiciones propicias para la formación de heladas que afectan a los cultivos.

La Sala de Monitoreo del Cuerpo de Bomberos de Latacunga confirmó estos datos y advirtió que el fenómeno podría prolongarse en los siguientes días, afectando principalmente a las áreas rurales, el descenso no solo se ha limitado a la sierra sino tambien al subtrópico de la provincia, conocido por su clima cálido y húmedo, también ha experimentado temperaturas atípicas, sorprendiendo a agricultores que nunca imaginaron ver sus cultivos afectados por el frío.

El cantón Salcedo es uno de los más golpeados por las bajas temperaturas, las madrugadas se han vuelto especialmente frías en las comunidades y parroquias como  Panzaleo, Mulliquindil Santa Ana y parte de San Marcos, el viento cortante y las heladas han dejado huellas visibles en los cultivos, las hojas de maíz muestran manchas marrones y bordes quemados, signo inequívoco del daño causado por las bajas temperaturas.

Rosa Coque, productora de maíz de la zona, describe la situación con preocupación, “cada helada significa menos cosecha y más pérdidas para el agricultor, uno se levanta temprano a ver el terreno y lo que encuentra son las plantas quemadas, como si les hubieran pasado hielo, esto no solo retrasa el crecimiento, sino que afecta directamente la cantidad y calidad del grano”.

La afectación no es menor, según estimaciones de los propios agricultores, en algunos terrenos la pérdida puede llegar al 40% de la siembra, esta reducción tendrá un efecto en cadena, menos producto en el mercado, mayor precio para el consumidor y dificultades para los ganaderos, que dependen del la hoja del maíz para la alimentación de su ganado.

Para muchos productores, el problema no termina con la pérdida de cosecha, Dioselina Coque, también agricultora de Salcedo, explica que los precios del maíz no siempre suben en proporción a la escasez y que en ocasiones, el productor es quien asume la pérdida total.

“A veces uno vende a precios bajos porque el maíz no está bonito o porque los intermediarios aprovechan la situación, muchas veces ni siquiera recuperamos lo que invertimos en semilla, abono y mano de obra, es triste, porque el esfuerzo de todo el año se puede perder en una noche de helada”.

Los testimonios coinciden en que la agricultura familiar, ya golpeada por los altos costos de los insumos y el inestable mercado, enfrenta ahora el reto adicional de adaptarse a un clima cada vez más impredecible.

El subtrópico de Cotopaxi es sinónimo de calor, humedad y vegetación abundante, sin embargo, este rompió el patrón en zonas como La Maná, Pangua y parte de Sigchos, las mañanas han iniciado con neblina espesa y temperaturas inusualmente bajas.

Omar Pazmiño, habitante del subtrópico y productor, comenta que incluso ha tenido que cambiar su forma de vestir, “aquí normalmente uno anda en camiseta, pero estos días me he puesto pantalón y chompas para aguantar el frío, lo más preocupante es que las plantas de plátano y cacao están sintiendo el cambio. Estas frutas necesitan calor para desarrollarse bien y con el frío, el fruto no se forma o se queda pequeño, eso significa menos cosecha y por lo tanto, menos ingresos”.

Tanto el plátano como el cacao son productos de exportación que representan una fuente importante de divisas para el país y de sustento para cientos de familias de la zona, la disminución de la producción no solo afecta a los agricultores, sino también a comerciantes, transportistas y exportadores que dependen de la cadena productiva.

La reducción en la oferta ya se siente en los mercados de la provincia, comerciantes en Latacunga y Salcedo reportan que el precio del plátano ha aumentado hasta en un 30% en las últimas semanas, mientras que el cacao, aunque menos presente en el consumo local, ha incrementado su valor en los centros de acopio.

Pazmiño añade que la situación es doblemente crítica porque no se trata únicamente de un mal año agrícola.

“Si fuera solo un año malo, uno se recupera con la siguiente cosecha. Pero si el clima sigue cambiando así, vamos a tener que replantear cómo cultivamos y qué sembramos. La variabilidad climática es algo que ya no se puede ignorar”.

Técnicos en climatología señalan que es importante diferenciar entre variabilidad climática y cambio climático. La primera se refiere a fluctuaciones naturales en el clima de una región durante periodos cortos, mientras que el segundo describe modificaciones a largo plazo provocadas, en gran parte, por la actividad humana. En el caso de Cotopaxi, ambos factores parecen estar influyendo en el actual descenso de temperaturas.

Según el INAMHI, las heladas son comunes en la sierra durante ciertos meses del año, especialmente en julio y agosto, cuando la radiación solar es menor durante la noche y se registran cielos despejados que facilitan la pérdida de calor en el suelo, no obstante, que este fenómeno se extienda con tanta intensidad al subtrópico es algo poco usual y que requiere monitoreo.

La situación climática actual deja en evidencia la vulnerabilidad del sector agrícola frente a los cambios de temperatura, las familias campesinas dependen directamente de lo que producen sus tierras y una variación de apenas unos grados puede significar la diferencia entre un año de estabilidad o de crisis.

En Salcedo, algunos agricultores están empezando a implementar técnicas de protección contra heladas, como coberturas plásticas, uso de riego nocturno y siembra escalonada para reducir riesgos, las autoridades provinciales han recomendado a los agricultores estar atentos a los boletines del INAMHI y buscar asesoría técnica para implementar medidas de mitigación, sin embargo, los productores coinciden en que el apoyo debe ser más fuerte y sostenido, con programas de capacitación, incentivos para la innovación agrícola y acceso a créditos flexibles que permitan enfrentar las pérdidas.

Mientras tanto, el frío sigue marcando las madrugadas de Cotopaxi y en el campo se vive entre la esperanza de que el clima se estabilice y la preocupación de que las heladas y el frío atípico se conviertan en una constante.

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