El afán de figuración en ciertos personajes de la politiquería nacional es ciertamente abrumador. No cuidan ni las formas, ni las más elementales maneras de relacionamiento: solo les importa el “proyecto”, el que emana del Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla que, a su vez, devino en el llamado socialismo del siglo XXI. El resto, que espere. Resulta que la candidata por la RC5, Luisa Gonzales fue a la posesión de la nueva presidenta de México, la primera mujer en acceder a la primera magistratura del país azteca. Y, claro, se fotografió. Hasta vestidas igual se las vió.
El país les importa un soberano rábano. Tanto AMLO, como la actual jefa de estado mexicano, han despotricado e insultado por la determinación de no otorgar el salvoconducto requerido en favor de Glass, interponiendo una serie de demandas ante organismos internacionales en contra del Ecuador; recordemos que fué México precisamente el que incumplió primero el ordenamiento jurídico aplicable al proteger a una persona sancionada por la justicia penal del país, cumpliéndose el debido proceso y asegurando el derecho a la defensa. Difícil decisión adoptada, pero había que actuar de manera que no se afecte la imágen de la República.
Como era de esperarse -y era de esperarse-, el presidente Noboa no fue invitado a la posesión de la señora Claudia Sheinbaum. El Rey de España tampoco, por no haber contestado un requerimiento de AMLO de pedir perdón a México por las consecuencias de la conquista. Al presidente del gobierno Sanchez, no le tocó otra opción que excusarse de asistir, a pesar de la afinidad ideológica. Era cuestión de hacer respetar al jefe de Estado español. Así es cómo debe actuarse cuando se trata de anteponer los intereses del país sobre cualquier otro secundario.
No es conveniente para el futuro del Ecuador volver a tener un gobierno que se rija por ideologías fallidas que han destruído países otrora democráticos y ricos, como Venezuela, donde terminaron con las libertades públicas y han desconocido el claro pronunciamiento popular, expresado en las urnas. Este comportamiento no es nuevo pues muchos de los resultados han sido manipulados para perennizarse en el poder. Cuba y Nicaragua son otra clara demostración de cómo una ideología puede influir para generar caos, destrucción y sojuzgamiento a la gente.
Estas manifestaciones, encuentros interesados y alineamientos políticos, no sólo enerva la posición del Ecuador frente a México derivada de la demanda en tribunales internacionales por no haber accedido a la concesión del salvoconducto a Glass, sino que, viniendo de una alta dirigente del partido RC5, trata de ubicar al país como un potencial aliado a los regímenes populistas y antidemocráticos tildados de socialistas del siglo XXI o progresistas, membretes que ocultan al fracasado comunismo que fue enterrado en 1989.
El “modo figureti”, asumido por la señora Gonzáles en su palanqueado viaje a la mencionada posesión, le hace poco favor a su candidatura, debido a que todo lo maquinado al márgen de los intereses superiores del país, para lograr adeptos, es detectado inmediatamente por la gente y mira con recelo este tipo de comportamientos de corte electorero. Pues bien, como siempre, la ciudadanía deberá evaluar este tipo de campañas al momento de consignar su voto en las urnas.