La mañana del martes 2 de diciembre, se registró un intento de robo en la comunidad de San Andrés de Pilaló, una de las diez comunidades que integran la Zona del Canal, según Jorge Taco, presidente de la Zona del Canal, “aproximadamente a las 06h00, los habitantes se movilizaron tras un llamado de alarma, un vecino avanza a ver a un furgón, presuntamente involucrado en el retiro irregular de una minicargadora de propiedad del GAD Municipal, intenta salir de la zona sin autorización, la reacción comunitaria es inmediata, los moradores se organizaron, bloquean el paso y detienen al vehículo justo en los semáforos que sale a la vía E35”. Horas más tarde, luego de varias horas de audiencia resolvieron en primera instancia salir con el retenido por las calles de la ciudad para que la población lo identifique, en la noche le aplicaron la justicia indígena al conductor, quien recibe el castigo tradicional con agua y ortiga.
La tensión creció cuando los dirigentes constatan que la maquinaria estaba siendo retirada sin la autorización del operador o de las autoridades. Jorge Taco, presidente de las diez comunidades de la zona del Canal, detalló cómo se desarrollan los hechos, “la comunidad se dio cuenta del movimiento de la maquinaria y actuó de inmediato, ante la alerta, todos se levantaron y logramos detener el furgón en el semáforo de la E35, al constatar se vio que estaba cargado con el bocadito”, explica, refiriéndose a la minicargadora.
Tras varias horas de audiencia comunitaria, los habitantes logran obtener algunos datos del conductor retenido, aunque, según Taco, la versión sigue siendo poco clara, “el chofer afirma que fue contratado en Machachi y que recibió 200 dólares por el viaje, señala además que dos camionetas, una roja y otra blanca doble cabina, escoltaban el traslado, sin embargo, al ver la movilización de los comuneros, estas lograron huir”.
El caso se enmarca en un contexto de creciente preocupación por la inseguridad en las zonas rurales y urbana del cantón, Víctor Hugo Tercero, presidente de la Federación de Comunidades Orientales de Salcedo (FECOS), describió una cadena de hechos delictivos que han generado indignación y temor en la población, “hace varias semanas balearon a un compañero de Cusubamba, un hombre dedicado al negocio de la leche, encima de eso le robaron el dinero, en otro caso tuvimos el asalto a un restaurante, otro hecho fue el intento de asalto a un joven y al resistirse fue baleado, aun así las autoridades dicen que en Salcedo no pasa nada, las autoridades no están haciendo un trabajo contundente”, cuestionó.
Para los líderes, este nuevo incidente evidencia la necesidad urgente de reforzar la seguridad en las áreas rurales y de que el Estado asuma su responsabilidad en la prevención del delito. Las comunidades, cansadas de esperar respuestas, recurren a sus propios mecanismos de control territorial, “estamos organizados y en amparo a la Constitución la justicia indígena existe para corregir, no para lastimar”, dichas acciones buscan evitar que estos hechos se repitan.
Una de las resoluciones adoptadas tras la retención del conductor fue recorrer con él aprehendido que cargaba un costal de piedras, las principales calles de Salcedo, la intención es que la ciudadanía identifique al responsable del traslado irregular, al mismo tiempo, enviar un mensaje claro a todos los malos ciudadanos, “las comunidades estamos organizadas y no permitiremos actos que atenten contra nuestro territorio o patrimonio público”. Durante su recorrido el aprehendido pidió la palabra y en medio de murmullos y miradas severas, expresó: “disculpe, pueblo de Salcedo, no volveré a hacer daño”.
El acto simbólico marca un precedente para las comunidades de la zona oriental. Para los dirigentes, ellos dicen buscar hacer visible el problema, “es fundamental para generar conciencia y motivar a la población a denunciar, salgamos, organicémonos y expulsemos a la gente mala que viene a hacer daño al cantón”, exhortó Víctor Hugo Tercero, insistiendo en que la unidad comunitaria es la herramienta más sólida frente a la inseguridad.
Mientras el furgón queda bajo custodia comunitaria y las autoridades locales aún no emiten un pronunciamiento oficial, los habitantes de San Andrés de Pilaló se trasladaron a la comunidad donde en horas de la noche le aplicaron la justicia indígena, recordándole al infractor y a toda persona que intenten hacer de las suyas en el cantón Salcedo, que serán juzgados por las comunidades y sancionados de acuerdo a sus costumbres.
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