En la ciudad de Ambato, en el núcleo de Solca Tungurahua, la delegación del Patronato de Salcedo, encabezada por su presidenta Verónica Paz y la representante legal Ana Lucía Narváez, junto a Galo Enrique Sánchez Ruiz, presidente de Solca Tungurahua, firmaron la renovación de un convenio que permitirá llevar salud preventiva y atención especializada a quienes más lo necesitan en los sectores más vulnerables del cantón Salcedo
En el salón de reuniones de Solca, Verónica Paz en uso d la palabra agradeció la apertura de Solca y resaltó que la prevención es el eje del trabajo que impulsan desde el Patronato, “la salud debe llegar a todas las parroquias, especialmente a las zonas rurales, estamos convencidas de que una detección temprana puede salvar una vida y cambiar el destino de una familia”.
Por su parte Galo Sánchez, en representación de Solca señaló, “un pueblo sin salud no es nadie”. No es la primera vez que pronuncia esas palabras, las ha repetido durante años, porque está convencido de que la salud no debe depender del bolsillo, ni del lugar donde uno vive, “aquí en Solca, no rechazamos a nadie, durante la pandemia no cerramos ni un solo día, sabíamos que nuestros pacientes no podían esperar”.
El convenio que se renueva no es nuevo, pero sí toma una nueva dimensión, se amplía en cobertura, en alcance y en propósito. No solo contempla atención oncológica que es la especialidad de Solca, sino también campañas de salud general, jornadas de prevención, capacitaciones comunitarias y detección temprana de enfermedades crónicas. En palabras de Sánchez, “no se trata solo de curar, sino de evitar que las personas se enfermen”.
Verónica Paz cuenta que esta renovación surge luego de un análisis profundo de los casos que se presentan con mayor frecuencia en Salcedo, “hemos hecho un levantamiento de datos, hemos visto cómo hay sectores donde las enfermedades catastróficas se repiten. Esto no es casualidad, es una llamada de atención”. Por eso decidieron tocar puertas, buscar aliados y encontraron en Solca un socio dispuesto a colaborar, con profesionalismo, tecnología médica de punta y, sobre todo, con sentido humano.
Ana Lucía Narváez, en representación al Patronato, explicó que el convenio permitirá realizar campañas móviles de salud que recorrerán parroquias rurales, barrios periféricos y comunidades que muchas veces están olvidadas, “no queremos que nuestros vecinos tengan que viajar horas para hacerse un chequeo, queremos acercar los servicios médicos a sus propias casas, a sus escuelas, a sus comunidades”.
Sánchez recuerda que esta no es una experiencia aislada, el Núcleo de Tungurahua mantiene convenios similares con otras provincias y cantones de la región central del país, “hemos trabajado con la Prefectura de Cotopaxi, con parroquias del Oriente, con municipios vecinos, todos buscamos lo mismo: una ciudadanía más sana”. Aclara que la atención se da sin distinción, incluso cuando los pacientes no tienen los recursos suficientes, “nuestro voluntariado está ahí para eso, aquí no se hace problema por el dinero, si alguien necesita ayuda, se la da”.
Los tratamientos oncológicos son costosos, lo saben quiénes los enfrentan. Medicamentos, quimioterapias, radioterapias, todo suma, pero también lo saben quienes administran centros como Solca, donde cada dólar debe rendir por diez. Sánchez se muestra orgulloso de su equipo: médicos comprometidos, personal técnico calificado, voluntarios solidarios, “lo que hacemos aquí no es fácil, pero es posible gracias a la buena gestión, a la honestidad en el manejo de los recursos y al amor por nuestros pacientes”.
El acto concluyó con un recorrido por las instalaciones, el personal de Solca muestra las nuevas áreas remodeladas, los equipos de última tecnología y la calidez con la que se atiende a cada paciente. Las autoridades del Patronato toman nota, preguntan, sonríen. Saben que cada detalle importa, que lo que hoy se firma en papel, mañana debe traducirse en servicios reales, en impactos tangibles, en vidas que mejoran.