By El sábado anterior conmemoramos el Primer Grito de la Independencia, los acontecimientos que se sucedieron ese día, hace ya 215 años, el 10 de Agosto de 1809, marcaron el inicio de independencia de la actual República del Ecuador, ejemplo que fue seguido de otros procesos independentistas en los demás países de nuestra Latino América. La historia de la América mestiza reconoce a estos acontecimientos históricos del 10 de Agosto, como un hecho trascendental en la búsqueda y consecución de nuestra libertad, como nación soberana en búsqueda de una democracia que la sustente en el presente y lo proyecte a un futuro libérrimo.
Este histórico día para el Ecuador y los ecuatorianos se denominó el Primer Grito de la Independencia y cada año con unción cívica lo recordamos para nosotros y para el mundo; siempre será reconfortante esta conmemoración de este día en el que recordamos la valentía de los patriotas actores intelectuales y materiales de los históricos acontecimientos del 10 de Agosto de 1809, que nos iniciaron en una convivencia democrática con libertad y en busca de soberanía.
Hoy nos encontramos con un país con muchísimos problemas, fruto de múltiples factores de seguridad interna, des-institucionalizado; elementos negativos en el campo económico, social, político, asfixiado por una inmensa deuda externa y una similar en lo interno: con un cáncer que ha hecho metástasis en las Funciones del Estado: la Corrupción, enfermedad que se ha convertido en una abrazadera para la sociedad ecuatoriana. La misma es sostenida por grupos ligados a la narco-política y está atada a grupos mafiosos y delincuenciales que han creado inseguridad, caos y miedo en la población, grupos delincuenciales que se apropian de los bienes y dineros público y no reciben sanción porque la justicia también está infectada por la corrupción.
Dentro de este penoso panorama en que estamos viviendo los ecuatorianos, nos corresponde la imperiosa búsqueda de una nueva independencia, esa que es necesaria para ser considerados como un verdadero Estado en el concierto de naciones, con seguridad jurídica y seguridad social; por ello es importante recordar este magno hecho histórico, un nuevo aniversario de este Primer Grito de Independencia, que nos debe llevar a reflexionar sobre este sacrificio de los patriotas que no puede ser dilapidado por grupos debidamente identificados que son los causantes de las actuales calamidades por las que atravesamos.
Ecuatorianos, no podemos permitir que estos grupos mafiosos nacionales, ligados a los carteles internacionales de la narco-política, nos roben esa independencia, soberanía y libertad que nos dieron a costa de sus vidas los patriotas del 10 de Agosto de 1809. No debemos permitir que la corrupción se convierta en el pan de cada día; los recursos del Estado son de todos los ecuatorianos y deben servir para estructurarnos como una sociedad que viva un presente con salud, educación, trabajo y se proyecte dentro de un desarrollo sostenido, no podemos concebir a nuestra patria en este tercer milenio con desigualdades diametrales, todo lo contrario debemos aspirar a que estas se vayan acortando. El permitir que grupos de truhanes infiltrados en los gobiernos y partidos políticos que acceden al poder y a las diferentes funciones del Estado tengan secuestrado al país y a los ecuatorianos.
Lo que sucedió el 10 de Agosto de 1809 debe ser el mejor mensaje para todos los ecuatorianos, moralizar al país es una tarea de todos y debemos hacerlo con la urgencia que el tema amerita, no permitamos que estos grupos de malhechoras sigan depredando la institucionalidad del Estado ecuatoriano, no dejemos que la corrupción se convierta en un mal endémico que está corroyendo los cimientos mismos del Ecuador, colaboremos con las fuerzas Armadas y la policía nacional en esta gran cruzada en pos de tener seguridad, esta es la nueva independencia que debemos buscar sustentada en una justicia social, con equidad, con libertad, con seguridad, que el bien común, el de las grandes mayorías, prevalezca por sobre los interese mezquinos de grupos. El 10 de Agosto y sus históricos hechos nos deben hacer reflexionar.
