La falta de suministro eléctrico en Salcedo se ha convertido en un tema de creciente preocupación para comerciantes y residentes, los constantes cortes de luz, que han afectado la rutina diaria de la población, han puesto en aprietos a los dueños de negocios, quienes deben encontrar alternativas costosas para mantener sus operaciones, esta crisis energética no solo impacta la economía local, sino que también resalta la necesidad de una infraestructura más eficiente y de una gestión más efectiva por parte de las autoridades.
Franklin Sangucho, propietario de un cibercafé en el centro de Salcedo, comparte su experiencia con la falta de electricidad, “la situación es complicada; el ruido y el olor del generador afectan tanto a mis clientes como a mí, a veces, resulta incómodo para todos estar en un ambiente así”, explica. En su negocio, la luz es esencial no solo para el funcionamiento de las computadoras, sino también para crear un ambiente agradable para sus clientes, sin embargo, los cortes de luz han obligado a muchos comerciantes a recurrir a generadores, lo que ha incrementado sus gastos operativos de forma significativa.
Sangucho detalla que mensualmente paga entre 40 y 50 dólares por el servicio eléctrico, el uso del generador eleva sus gastos a alrededor de 200 dólares al mes, “el generador consume aproximadamente un dólar por hora en combustible, y en días de corte, eso puede sumar hasta cuatro galones de gasolina en diez horas”, comenta, visiblemente preocupado por el impacto financiero que esto tiene en su negocio, “esto significa que, si la situación continúa, podría enfrentar pérdidas significativas, incluso la quiebra”, añade.
La crisis no solo afecta a Sangucho, sus vecinos también se ven obligados a recurrir a soluciones precarias, como el uso de velas, lo que genera un riesgo adicional, “es peligroso, hace poco, en mi casa, una vela se cayó y casi causa un incendio”, relata, este tipo de incidentes resalta la precariedad de la situación y el estrés adicional que sufren los comerciantes y residentes.
Germánico Grandes, un morador del barrio La Palmira, comparte su propia perspectiva sobre la crisis energética, “estamos realmente preocupados por la falta de servicio eléctrico y la ineficiencia de la empresa eléctrica”, dice, la situación es aún más frustrante porque se realizó un soterramiento de cables hace unos años, pero este no ha resuelto el problema de la falta de alumbrado público y la seguridad en las calles cercadas al Mercado Central, “a pesar de que se invirtieron recursos en esa obra, ahora estamos sumergidos en la oscuridad”, añade con desánimo.
Grandes ha denunciado el problema ante la Empresa Eléctrica, pero asegura que no ha recibido respuestas satisfactorias, “cuando visito las oficinas, siempre me dicen que el problema es de los contratistas, y cuando hablo con ellos, me dicen que es culpa de la Empresa Eléctrica, nadie asume la responsabilidad”, menciona.
El impacto de los cortes de luz va más allá de la incomodidad y el riesgo de incendios, los comerciantes también enfrentan pérdidas en sus ventas debido a la disminución de clientes, “los clientes no quieren entrar a un lugar oscuro, la falta de iluminación afecta nuestras ventas, ya que la gente no puede ver bien los productos”, explica Sangucho, la situación se convierte en un círculo vicioso, la falta de luz ahuyenta a los clientes, lo que a su vez reduce las ganancias de los comerciantes, quienes luchan por mantenerse a flote.
El tema de los cortes de luz también se complica con la falta de cumplimiento de los horarios programados, “la Empresa Eléctrica publica horarios de cortes en sus redes sociales, pero rara vez se respetan, esto genera confusión y nos deja a todos a la deriva”, dice Grandes, la incapacidad de la empresa para cumplir con sus propios cronogramas provoca una sensación de desconfianza entre los usuarios, quienes sienten que no tienen control sobre sus propios negocios y vidas.
En este contexto, la comunidad de Salcedo no solo clama por soluciones inmediatas, sino que también exige una revisión exhaustiva de la infraestructura eléctrica y de la gestión por parte de las autoridades, “es momento de que los responsables tomen cartas en el asunto y garanticen un servicio eléctrico confiable y seguro, no podemos seguir así”, concluye Grandes, reflejando la frustración y el deseo de cambio de toda una comunidad.