By El Municipio de Salcedo inició este martes un recorrido técnico por las rampas de accesibilidad construidas recientemente en la calle Abdón Calderón, la inspección está encabezada por la vicealcaldesa Lucía Naranjo, quien explicó que la jornada se desarrolló con el acompañamiento de un ingeniero especializado en normativa para personas con discapacidad.
Naranjo señaló que el objetivo principal es revisar cada una de las rampas, identificar inconsistencias y entregar puntualizaciones técnicas que permitan corregirlas, la vicealcaldesa recuerda que, aunque el cantón cuenta con una ordenanza que norma el acceso adecuado para personas con discapacidad física, existen especificaciones técnicas que deben cumplirse con mayor rigurosidad, “estas obras deben garantizar funcionalidad real para quienes se movilizan en sillas de ruedas, para las mujeres que conducen coches de bebé y para los adultos mayores”.
Para este proceso, la Dirección de Obras Públicas y la Dirección de Planificación también se sumaron al recorrido, ya que las rampas inspeccionadas son apenas las primeras de un proyecto mucho más amplio. El Municipio tiene previsto construir accesos universales en todas las esquinas del casco urbano, “por lo que las observaciones recogidas, servirán como guía para las futuras intervenciones”.
La vicealcaldesa destaca que trabajar con un especialista permite obtener una perspectiva técnica completa sobre los parámetros de seguridad, inclinación, materiales y dimensiones que exige la normativa legal vigente. Esto, asegura, garantizará que Salcedo cuente con rampas que realmente faciliten la movilidad y aseguren un tránsito seguro y digno para las personas de los grupos de atención prioritaria.
Este proceso no solo corrige lo existente, sino que marca un precedente para las obras que se construirán en adelante, promoviendo un cantón más accesible, inclusivo y comprometido con los derechos de todos sus habitantes.
Por su parte el arquitecto Fredy Salazar, especialista en accesibilidad universal y colaborador de FENEDIF, Federación Nacional de Ecuatorianos con Discapacidad Física, quien desarrolló una inspección técnica en distintos puntos de la ciudad para evaluar las condiciones reales de movilidad, su trabajo se centra en identificar fallas, corregirlas y orientar al Municipio sobre las normas mínimas que deben aplicarse en todas las obras urbanas.
Salazar explica que su labor abarca la accesibilidad en medios físicos tanto urbanos como residenciales, industriales y hoteleros, en este recorrido observa varias deficiencias estructurales, especialmente en rampas y accesos peatonales que no cumplen con la normativa vigente del Instituto Nacional de Estadística y Normas (INEN), vigente desde 2008, “las pendientes superan ampliamente los límites permitidos, una rampa no debería superar el 12 %, pero aquí encontramos inclinaciones que alcanzan incluso el 18 %”.
El especialista también evidencia la ausencia total de bandas podotáctiles, un recurso indispensable para las personas con baja visión o discapacidad visual, la falta de estos elementos, sumado a accesos estrechos y circulaciones mal diseñadas, limita la autonomía de grupos de atención prioritaria, “todos, en algún momento de la vida, podemos enfrentar una movilidad reducida, por edad, embarazo, accidentes. Por eso es fundamental construir ciudades pensadas para todas las personas”.
Durante la jornada, el equipo municipal de Obras Públicas y Planificación acompañó la inspección para recibir directrices técnicas que permitan mejorar las obras actuales y futuras. Salazar recalca cuatro principios básicos que deben aplicarse: pendientes adecuadas, correcta diferenciación entre bordillos y rampas, señalización accesible y uso de bandas podotáctiles en toda la circulación peatonal.
El especialista enfatiza que adaptar espacios ya construidos puede ser un reto, especialmente en áreas patrimoniales o edificaciones antiguas, sin embargo, asegura que es posible realizar ajustes con base en los porcentajes que exige la normativa, garantizando así que las personas en sillas de ruedas o con movilidad reducida puedan desplazarse de manera autónoma y segura.
