Avícolas del país atraviesan momentos críticos por la falta de maíz 

Avícolas del país atraviesan momentos críticos por la falta de maíz 

Marisol Molina, presidenta Ejecutiva de la Unión de Productores de Huevos, explicó que la falta de lluvias que vive el país, está afectando la producción del maíz, principal alimento para la alimentación de las aves en las diferentes granjas tanto de postura como de engorde.

Indicó que hace tres meses el Ecuador debería haber estado en plena cosecha del producto, lo que no se dio, frente a lo cual, los productores de huevos vienen advirtiendo al Gobierno y al Ministerio de Agricultura que no cuentan con el alimento de las aves, por ello el pedido al Ejecutivo es la realización de una importación emergente, la falta de respuesta está llevando al sector a un nivel crítico.

El maíz según explicó la dirigente constituye el 65% de la alimentación de las aves en las granjas avícolas y no existe otros elementos con el cual puedan reemplazarlo, granos como el trigo, soya son complementarios, lamentó que el MAG a pesar de los diálogos mantenidos con meses de anticipación no haya dado una respuesta. Aclaró que, en 30 días, se estarían quedando desabastecidos de huevos y que, sin la alimentación, la opción sería eliminación de las aves para bajar la población, generando que la cubeta de huevos se dispare en su costo.

En estos momentos los productores avícolas han mantenido la producción, recordó que actualmente el quintal de maíz se está adquiriendo en 22 dólares cuando el precio establecido por el MAG, es de 16 dólares 50 centavos. 

Actualmente, la población de aves a nivel del país es de 15 millones en producción, generando aproximadamente 14 millones de huevos diarios, pero si el problema continúa, los productores se verían obligados a bajar la producción.

En los actuales momentos, el costo de la cubeta de huevos a pie de granja es de tres dólares con 10 centavos, pero de bajar la producción por falta de alimento el costo llegaría a los cuatro dólares con 50 centavos, aquello significaba abrir la puerta al contrabando de alimentos desde Colombia y Perú, que reciben a 10 dólares el quintal de maíz producto de los tratados de libre comercio que mantienen.

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