Jorge Caizalitín, presidente de la Asociación de Yachas de Pueblos y Nacionalidades Panzaleos (Papahurco), lidera una iniciativa que busca consolidar un modelo de salud integral. La agrupación, compuesta por curanderos, parteras, fisioterapeutas, hueseros, psicólogos y sanadores ancestrales, trabaja en conjunto para atender las necesidades de las comunidades locales sin excluir ningún enfoque médico.
Destaca que la visión de la asociación es la complementariedad entre la medicina ancestral, alternativa y moderna, “todos hacemos salud, no somos egoístas al pensar que solo los curanderos sabemos todo, por eso unimos esfuerzos con médicos y otros profesionales para servir mejor a la comunidad.
La iniciativa no pretende dividirse ni competir con otras organizaciones similares, según su presidente, el objetivo es sumar esfuerzos, reuniendo a expertos en plantas medicinales, energía y sanación que cuentan con décadas de experiencia, “no estamos aquí para generar conflictos con nadie, sino para formar un nuevo grupo en armonía y sin enfrentamientos.
Actualmente, la asociación cuenta con 25 miembros, aunque sigue abierta a incorporar nuevos integrantes, subraya que, más allá de conocimientos técnicos, quienes se sumen deben tener la vocación de ayudar y sanar, “no aceptamos prácticas de brujería; nuestra misión es la medicina sanadora, respaldada por la comunidad”.
Para oficializar su funcionamiento, la asociación está en proceso de elaboración de sus reglamentos internos con la asistencia de una abogada, “nos certifican primero las comunidades, al vernos trabajar en los territorios”, explica Caizalitín.
Posteriormente, el proceso de certificación es validado por un consejo de sabios, según lo establecido en el código de ética que rige a los sanadores y curanderos del país, desde 2009, los pueblos y nacionalidades del Ecuador cuentan con un marco legal que respalda la práctica de la medicina ancestral, “ahora tenemos una ley: el Libro de Código de Ética, que regula nuestras acciones y garantiza el respeto hacia nuestro trabajo”, afirma.
La asociación no solo prioriza la salud física, sino también el bienestar emocional y espiritual, aspectos que forman parte de su enfoque integral, “tenemos taitas con más de 30 años de experiencia, expertos en energía y plantas medicinales que brindan atención directa en las comunidades”, resalta Caizalitín, agregando que la clave es trabajar desde el territorio para garantizar una salud más cercana y efectiva.