Kevin Inga Ilaquiche, latacungueño nacido en el año 2000, es hoy uno de los boxeadores más destacados de su categoría. A sus 25 años compite profesionalmente en la división de peso pluma (126 libras), convirtiéndose en una de las principales promesas deportivas de Cotopaxi. Tras varios años de esfuerzo y trayectoria en el boxeo amateur, logró dar el salto al profesionalismo el año pasado, un logro que asegura, se ha reflejado en resultados para su provincia.
“Estamos obteniendo buenos resultados para la provincia, más que nada porque estamos representando a Cotopaxi y sobre todo a la ciudad de Latacunga”, afirma Inga. Su desempeño reciente lo ubica en el segundo lugar del ranking nacional y, sorprendentemente, en el puesto 258 del ranking mundial, un avance significativo para un deportista que sostiene su carrera con recursos limitados.
A diferencia del amateur, donde recibía apoyo gubernamental, el boxeo profesional exige que los atletas asuman todos los gastos: viajes, alimentación, indumentaria y entrenamiento. Lamentando no contar con el apoyo en la ciudad, por lo que optó por pedir ayuda en otros cantones. Pese a ello, Kevin logró contar este año con el apoyo de un mánager, aunque aún carece de un gimnasio permanente en Latacunga y debe entrenar en Sangolquí bajo la guía del profesor Segundo Chango.
Conocido como “El Lobo Inga”, asegura que su objetivo es claro, demostrar que está entre los mejores del país y llevar en alto el nombre de Cotopaxi. “Ellos son la fuerza atrás de mí… por lo que busco apoyo de ellos”, expresa, invitando también a la ciudadanía a seguirlo en redes sociales para impulsar su carrera.
La falta de apoyo no afecta solo a Kevin. Nahomi Bedon, de 19 años, boxeadora profesional en la categoría mosca (112 libras), vive una realidad similar. Tras entrenar desde los 11 años, relata que para ingresar al boxeo profesional tuvo que viajar a otra ciudad, pues en Cotopaxi no encontró el respaldo necesario. “Tuve que viajar a otra ciudad para que a me ayuden a salir al boxeo profesional”, cuenta.
Su meta inmediata es ingresar al ranking nacional, para lo cual debe disputar varias peleas. “Mi aspiración a corto plazo es ser campeona nacional en las 112 libras y, a largo plazo, ser campeona mundial”, afirma con determinación. Como Kevin, ella también pide apoyo para pagar el proceso competitivo, que es costoso y constante.
Ambos pugilistas coinciden en un llamado, necesitan auspicios, marcas y respaldo institucional para seguir representando con orgullo a Cotopaxi. Creen firmemente que, con apoyo local, no solo podrán crecer en el boxeo profesional, sino también escribir una nueva historia deportiva para la provincia en el escenario nacional.
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