Luis Gallegos, encargado del tratamiento de agua potable en la planta de Loma de Alcoceres, explicó que el proceso de potabilización cumple con todos los parámetros establecidos por la normativa “INEN 1108”, resaltando que el agua cruda pasa por etapas de floculación, sedimentación, filtración y cloración, asegurando su calidad antes de ser distribuida.
Enfatizó que el agua sale de la planta con cero coliformes totales y fecales, cumpliendo rigurosos análisis físico-químicos y microbiológicos que se realizan trimestralmente. No obstante, reconoció que el contacto del cloro con tuberías de hierro en la red de distribución genera una reacción química que libera partículas amarillentas, responsables del cambio de color.
Otro factor identificado es la presencia de tuberías de asbesto-cemento en algunos domicilios. Según Gallegos, estas, al reaccionar con partículas de calcio, forman carbonatos de calcio que se sedimentan en los tanques de almacenamiento. Estos sedimentos pueden ser removidos al ingresar agua nueva, alterando la coloración del agua sin afectar su potabilidad.
Por su parte, el concejal de Latacunga, Xavier Cajilema, responsabilizó a los propietarios de viviendas que aún cuentan con tuberías de asbesto, instándolos a realizar el cambio por materiales más seguros. “Esas realidades en las casas ya corresponde a cada una de las casas, pero lo importante es que el agua está siendo apta para el consumo humano”, apuntó.
También informó sobre la repotenciación de la planta de Alcoceres, que actualmente opera al 60% de su capacidad. Señala que esta planta no abastece a todo el cantón, pues únicamente sería a unos 70 barrios y al centro de privación de libertad de Cotopaxi. añadiendo que en las zonas altas se recurre al uso de tanqueros debido a la limitada cobertura.
En 2024 se aprobó un presupuesto de 400.000 dólares para la mejora de la infraestructura, proyecto que está siendo ejecutado por el consorcio Juan Montalvo. Se espera que estas intervenciones incrementen la capacidad de abastecimiento y mejoren la calidad del servicio. “Cuenca tiene agua potable, nosotros estamos diciendo es agua apta para el consumo humano, tratable”, mencionó
Las autoridades recalcaron que el mantenimiento de las redes de distribución y tanques de almacenamiento es constante, y que el municipio tiene la responsabilidad de implementar un plan maestro de agua potable para el próximo año.
Gallegos y Cajilema coincidieron en que el agua que distribuye la planta es completamente segura para el consumo humano. Sin embargo, exhortaron a la ciudadanía a colaborar con el mantenimiento de sus instalaciones internas para evitar complicaciones en la calidad del servicio dentro de sus hogares.