El soñador que ahora es un referente de la industria inmobiliaria en la Sierra Centro

El soñador que ahora es un referente de la industria inmobiliaria en la Sierra Centro

Franklin o ‘Paco’, como le gusta que le llamen, posee un tono de voz dócil que hace juego con sus pestañas ensortijadas, cierta ternura infantil enmarca su rostro. Tiene 35 años pero quienes lo conocen se preguntan: ¿Cómo hace para detener el envejecimiento? Quizá no tiene la fórmula, lo que sí tiene claro, es que la vida solo vale la pena si uno persigue sus sueños hasta alcanzarlos.

No olvida el olor de los dólares que cobraba su Madre cuando les vendía artesanías a los turistas extranjeros en las grandes ciudades. Aún era un niño, pero no era ajeno al manejo del dinero a verlo crecer y siempre soñó con salir de la pobreza haciendo negocios.

Sin embargo, el camino no fue sencillo. La adolescencia le sorprendió con un embarazo de su novia Tatiana, hoy la mujer con la que comparte su vida y la crianza de sus tres hijos. No olvida cuando su realidad económica era tan dura que su pareja debía vender en las calles.

Paco no se perdonaba hacer pasar penurias a su esposa. Lo intentó todo, atendía en un bar, luego compraron uno, el negocio subió y bajó. Estuvo en una empresa financiera, vendieron víveres en pandemia, no les fue mal; pero faltaba algo: cultura financiera.

Con su familia empezaron a ver videos, asistir a conferencias donde entendieron que la estabilidad financiera se consigue con esfuerzo y disciplina. En ese camino conoció a los más grandes mentores de América Latina: Juan Carlos Atoche, Renzo Aguirre, Alex Dey, Daniel Habit, Jurgen Klaric, Nicolás Muñoz, Mauricio Benoist, entre otros.

Viajó fuera del país a escucharlos en sus conferencias donde hizo amistad y aprendió directamente el mundo de los negocios. Conoció el mundo de la industria inmobiliaria, su primera oportunidad de vender un terreno hizo que conjuntamente con sus hermanos creen ‘Licta Inmobiliaria’, una empresa que creó cinco exitosos proyectos en Pujilí, Cotopaxi.

Pero, como para Paco solo el cielo es el límite, ahora se expande a Tungurahua con un nuevo proyecto inmobiliario y con una nueva empresa ‘ALTIC inmobiliaria’. Atrás quedó el niño tímido hijo de padres migrantes de la zona rural, aquel que en la escuela llamaban “indio”, hoy es uno de los más prometedores emprendedores de Cotopaxi, que quiere contarle su historia al mundo para motivar a aquellos que quieren conocer el mundo de los negocios.

Para Paco Lica, no hay imposibles, los cotopaxenses pueden llegar donde sus sueños le lleven y quiere mostrar su historia para demostrar que ¡Sí se puede!

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