En el Centro de Atención Geriátrica de Salcedo, una jornada especial reunió a jóvenes estudiantes, adultos mayores y miembros de la Asociación de Productores Narcisa de Jesús para participar en una actividad de siembra que busca promover una alimentación saludable y fortalecer los lazos entre generaciones. Esta iniciativa fue liderada por Verónica Paz, presidenta del Patronato de Amparo Social del Cantón Salcedo, quien dio la bienvenida a los presentes con un mensaje cargado de gratitud y esperanza, “estamos aquí para mostrar el trabajo que realizamos con mucho cariño para nuestros adultos mayores y para los jóvenes estudiantes, quienes hoy se suman a esta noble causa”.
La presidenta destacó la presencia de Kaya Ilaquiche, reina de Salcedo, así como de invitados internacionales, quienes viajaron para conocer de cerca las labores comunitarias que se llevan a cabo en el cantón.
La actividad fue posible gracias a un convenio firmado con la Asociación de Productores Narcisa de Jesús, que ha permitido desarrollar proyectos enfocados en brindar una alimentación saludable a los adultos mayores del centro, “nosotros, como patronato y como GAD municipal, siempre estamos pendientes de las personas más vulnerables del cantón, este espacio tan especial nos permite realizar actividades que día a día mejoran la calidad de vida de nuestros abuelos”.
Durante la jornada, los estudiantes participaron activamente en la siembra de hortalizas y flores, en un ambiente de camaradería y aprendizaje, la actividad no solo tuvo un componente recreativo, sino también formativo, ya que los jóvenes pudieron interactuar directamente con los adultos mayores, aprendiendo sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y valorar el trabajo agrícola, “la siembra que realizamos hoy no solo beneficiará a nuestros abuelos con alimentos naturales y orgánicos, sino que también enseña a los jóvenes el valor del trabajo en equipo y del cuidado mutuo”, añadió Kaya Ilaquiche, reina de Salcedo.
Entre los estudiantes que participaron se encontraba Alejandra Topanta Vega, presidenta del segundo año de bachillerato de la Unidad Educativa Alicia Mackuard, “hoy venimos al centro geriátrico a participar en una actividad muy importante, nos mostraron cómo los abuelos pueden desarrollar nuevas habilidades y convivir de manera más cercana con la naturaleza”.
Alejandra, estuvo acompañada por una abuelita llamada Justa Córdoba, con quién se comprometió a cuidar de la planta que sembraron juntas, “nos comprometimos a luchar, ella me dijo que va a superar las dificultades de su vejez y yo le prometí que lucharé por mi juventud, fue un momento muy especial”, comentó la joven, destacando el vínculo emocional que se creó entre ellas durante la actividad.
El evento también permitió a los estudiantes reflexionar sobre el trato que reciben los adultos mayores en el centro, Alejandra compartió su satisfacción al observar cómo los abuelitos son cuidados con esmero y cariño, “se pude ver que se sienten bien, conviven entre ellos y son felices, me gustó mucho cómo los tratan aquí”.
Este tipo de iniciativas, que promueven la interacción intergeneracional, son esenciales para el desarrollo de una sociedad más solidaria y consciente del valor de sus mayores. Alejandra y sus compañeros expresaron su compromiso de regresar al centro para participar en la cosecha de las plantas que sembraron, “queremos seguir ayudando a nuestros abuelos, cada vez que podamos, estaremos aquí para apoyarlos”, aseguró la estudiante.
Por su parte Verónica Paz, finalizó la jornada con palabras de agradecimiento hacia todos los involucrados en la organización del evento, especialmente a la Asociación de Productores Narcisa de Jesús y a los estudiantes, “Dios les bendiga por unirse a nuestra causa, ustedes no solo ayudan a los adultos mayores, sino que también están sembrando esperanza para futuras generaciones”, visiblemente emocionada por el éxito de la jornada.
El evento en el Centro de Atención Geriátrica de Salcedo no solo cumplió con su objetivo de brindar una actividad recreativa y formativa para los adultos mayores, sino que también permitió a los jóvenes reflexionar sobre la importancia del respeto, el cuidado y la convivencia con quienes tanto han aportado a la comunidad. En cada semilla plantada, no solo crece un fruto, sino también un compromiso compartido por construir un futuro más inclusivo y solidario.