Llamingada entre tradición y conservación

Llamingada entre tradición y conservación

El páramo de Cumbijín fue, una vez más, escenario de una jornada especial. Decenas de comuneros se reunieron para celebrar la tradicional carrera de llamingos, una actividad que simboliza la cultura y resistencia de los habitantes de esta región andina, quienes mantienen vivo un legado mientras defienden el agua y su ecosistema.

Jorge Changoluisa, líder de la comunidad de Cumbijín, destacó la importancia del evento. “Llevamos más de 16 años organizando esta actividad, aunque en los últimos tres no pudimos hacerlo. Hoy volvimos para recordar el valor del páramo y agradecer a quienes nos apoyan en esta lucha por conservar el agua”, señaló.

Desde estas alturas, las aguas dulces descendieron hacia las zonas bajas, abasteciendo a comunidades rurales, al cantón Salcedo y a la empresa eléctrica que aprovechó el líquido vital para sus operaciones. Sin embargo, pocos conocieron el verdadero origen del agua que consumieron a diario. “El agua no sale de la llave; sale del páramo, de los ojos de agua, de los colchones naturales que se forman aquí”, explicó Changoluisa, quien siempre insistió en la necesidad de cuidar estos recursos.

La carrera de llamingos sirvió no solo como un acto cultural, sino también como una herramienta de educación y conservación. Las llamas, animales de patas suaves, no dañaron el páramo y fueron utilizadas tanto para el transporte de productos agrícolas como para enseñar a las nuevas generaciones a valorar el entorno. “Mi hija empezó a montar desde los dos años, y ahora que tiene cuatro, participó por primera vez en la carrera”, compartió Fátima Guanotuña, de la comunidad de Sacha.

Entre los asistentes estuvo José Moreno, del cantón Tena, en la provincia de Napo, quien llegó desde la Amazonía para acompañar esta iniciativa. “Para nuestras comunidades, el páramo es vital. Dependemos de estas aguas para vivir. Por eso nos preocupa el proyecto de construir una carretera entre Tena y Salcedo, que atravesaría el Parque Nacional Llanganates. Esta obra afectaría nuestras fuentes de agua”, advirtió Moreno.

El encuentro unió a las comunidades de la Sierra y la Amazonía en un solo propósito: proteger el agua y el páramo. La jornada finalizó con un llamado a las autoridades y a la ciudadanía para tomar conciencia y apoyar la conservación de este ecosistema. “Aquí no solo defendemos el agua; defendemos nuestra vida, nuestra cultura y el futuro de quienes vendrán después de nosotros”, concluyó Changoluisa, con la mirada puesta en las montañas, como si encontrara en ellas la respuesta para seguir resistiendo.

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