By En el cantón Salcedo, los cortes de luz se han convertido en una pesadilla para pequeños productores y artesanos, sin un suministro eléctrico estable, los negocios locales han visto disminuir su productividad, impactando directamente su capacidad de cumplir con los pedidos y generando pérdidas económicas significativas, los sectores más afectados son aquellos que dependen del almacenamiento en frío, como la industria de los helados, y los talleres de fabricación, que necesitan energía constante para operar maquinaria pesada.
Silvia Quispe, propietaria de una fábrica de helados de Salcedo, ha sido una de las afectadas, en una entrevista, relata que las interrupciones en el servicio eléctrico han provocado una disminución drástica en su producción, antes de los apagones, su equipo fabricó alrededor de 3.000 helados por semana, pero ahora apenas llegan a la mitad de esa cifra, “estamos haciendo casi la mitad, y a veces menos, porque no podemos almacenar tanto helado, si se va la luz, el helado comienza a descongelarse y se daña”, comenta.
El problema se agrava por la imposibilidad de almacenar materias primas clave, como la leche y la crema, que requieren refrigeración constante para mantener su frescura y calidad, explica que “trabajamos con productos que deben procesarse al día, no podemos guardar la leche ni acumular otros ingredientes porque se echan a perder”, esta situación ha afectado la relación con sus clientes, ya que no siempre pueden cumplir con los pedidos que reciben, recalca que están quedando mal con los clientes porque no poden cumplir con todo lo que nos piden, lo que preocupa por la estabilidad de su negocio.
Una posible solución a los cortes de luz sería la instalación de generadores eléctricos, sin embargo, para los pequeños empresarios esto no es viable debido a los altos costos que implica, “por la cantidad de congeladores que tenemos, necesitaríamos un generador muy grande, y no hay los recursos para adquirirlo”, afirma, aunque han utilizado generadores más pequeños en algunos momentos de crisis, estos no logran abastecer la demanda energética que requiere su fábrica.
El impacto de la falta de electricidad no solo se ve reflejado en la producción de helados, sino también en otros sectores del comercio local, Abel de Faz, fabricante de lápidas en el barrio Rumipamba, enfrenta un panorama igualmente desolador, depende de varias máquinas de gran potencia para producir lápidas y otros productos, especialmente en esta época del año, cuando los pedidos aumentan de cara al Día de los Difuntos, el 2 de noviembre.
Comenta que sin luz no pueden hacer nada, todas las máquinas están paradas y ellos no pueden avanzar con el trabajo, mientras observa las herramientas inmóviles en su taller, las pérdidas son cuantiosas, ya que la demanda para las fechas próximas exige un esfuerzo considerable para satisfacer a los clientes, expone que tienen un cronograma ya establecido de trabajo, y todo se ha retrasado, esto afecta a todos los que trabajamos día a día.
Para enfrentar la situación, De Faz también ha intentado utilizar una planta eléctrica, pero al igual que en el caso de los heladeros, el generador no tiene la capacidad suficiente para abastecer las grandes máquinas que necesitan para producir lápidas, “solo logramos hacer trabajos pequeños porque la planta no cubre todas las necesidades de energía que tenemos”, comenta, esto ha obligado al equipo a adoptar soluciones improvisadas, como trabajar de noche, cuando el servicio de luz se restablece, algo que, si bien ayuda a reducir las pérdidas, aumenta también el cansancio y el estrés de los trabajadores.
Se refiere que el sacrificio de horas extra en la madrugada para recuperar el tiempo perdido durante los cortes de luz, no es una solución sostenible a largo plazo, perjudica bastante porque el personal también necesita descansar, pero sin luz en el día no pueden hacer otra cosa.
Los cortes de luz no solo afectan la productividad de los heladeros y fabricantes de lápidas, sino también a muchos otros sectores que dependen de un suministro eléctrico constante para operar, en un entorno en el que las pequeñas empresas ya enfrentan desafíos económicos, la inestabilidad del servicio eléctrico suma una carga adicional que pone en riesgo la viabilidad de muchos negocios locales, mientras tanto, los pequeños empresarios de Salcedo siguen buscando soluciones para sortear estos obstáculos.
