Daniel León, presidente del GAD Parroquial de Pinllopata del cantón Pangua, explicó que este año en comparación al 2023, la producción de fréjol ha sido buena; pero la preocupación del pequeño productor es el precio, pues lamentablemente el intermediario es el que fija el costo del quintal.
León, dijo que uno de los problemas que tiene el cantón Pangua, es la presencia intermediarios que imponen el precio y el peso de los diferentes productos y que el productor termina accediendo, por no tener una forma de comercialización directa que permita vender su producto a un precio justo salvando los costos de producción.
Frente a este problema, el GAD Parroquial de Pinllopata de Pangua, durante el año ha realizado acercamientos con la Prefectura, (viceprefecto), para buscar alternativas y comercializar el fréjol a un precio razonable, indicó que, dentro del cantón existe un centro de acopio desde hace más de 10 años, que está abandonado y no se le ha dado uso, por ello el pedido es poner en funcionamiento dicho espacio.
El 2023, por las lluvias, la producción del fréjol se perdió hasta en un 80%, el poco producto que se salvó fue comercializado entre 100 y 140 dólares el quintal, este año que la producción ha sido buena, el precio bajó a 60 dólares el quintal, costo que no permite cubrir ni la inversión, consideran que el valor del quintal de la leguminosa debería ser mínimo de 80 dólares, actualmente el trabajo del agricultor esta pérdida.
El 60% de la producción del fréjol de Pangua es comercializado en las ciudades de la Costa para la preparación de las menestras. León, destacó que la parroquia de Pinllopata tiene 80 hectáreas de producción de la legumbre cada año, cada hectárea produce 40 quintales sumados a las 80 dan un total 36 mil quintales solo como parroquia, a ello habría que sumar el resto de sectores altos del cantón que lo producen, por ello insisten a las autoridades establecer un centro de acopio en la zona para la compra y venta del grano.