By La comunidad de Salcedo da un paso significativo en la preservación de su rica herencia cultural con la reciente realización de un taller centrado en la salvaguardia de la Fiesta del Príncipe San Miguel. El encuentro, que tuvo lugar el pasado viernes 25 de abril, congregó a los actores fundamentales de esta manifestación, los portadores, quienes encarnan la continuidad de la tradición; los priostes, responsables de la organización festiva y los gestores culturales, comprometidos con su protección.
Felicita Heredia, la consultora que lidera el proceso de elaboración del Plan de Salvaguardia, destaca la culminación de la primera etapa del proyecto. Esta fase intensiva de investigación comprendió una exhaustiva revisión bibliográfica, la realización de talleres participativos, entrevistas en profundidad con diversos actores y múltiples reuniones de coordinación.
El taller del pasado viernes representó el punto de modulación donde la información recopilada se sometió a la validación de la propia comunidad, asegurando que el diagnóstico refleje fielmente la realidad y los desafíos que enfrenta la fiesta.
Heredia explica que, tras esta crucial retroalimentación, el equipo consultor procederá a formalizar la entrega del documento diagnóstico al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), siguiendo los lineamientos establecidos por la institución rectora, este paso es fundamental para obtener la validación técnica que permitirá avanzar hacia la segunda fase del proyecto: la creación del Plan de Salvaguardia propiamente dicho.
La jornada de trabajo no se limitó a la presentación de resultados, los asistentes participaron activamente en mesas de discusión, donde analizaron de manera colaborativa los factores internos y externos que inciden en la vitalidad de la Fiesta del Príncipe San Miguel. Este ejercicio estratégico, basado en la metodología FODA, sienta las bases para la identificación de acciones concretas que garanticen la transmisión de la tradición a las futuras generaciones, la próxima reunión, programada para el 7 de junio, marcará el inicio formal de la estructuración del Plan de Salvaguardia, un documento que articulará las estrategias y los compromisos necesarios para asegurar la sostenibilidad de esta manifestación cultural.
La voz de los portadores, custodios directos de la tradición, resonó con fuerza en el taller, Rubén Tipantasig León, una figura emblemática dentro de este grupo, enfatizó el papel central que desempeñan en la preservación de la identidad de la fiesta, subrayó la importancia de su experiencia acumulada a lo largo de los años y su responsabilidad de transmitir este conocimiento a los nuevos priostes, asegurando así la continuidad de las prácticas rituales y el cumplimiento del reglamento establecido.
Tipantasig también resaltó la función de los portadores como un nexo esencial entre los priostes y las autoridades eclesiásticas, facilitando la coordinación y el flujo de información para el correcto desarrollo de la festividad.
La organización interna de los portadores emerge como un elemento clave para fortalecer su capacidad de gestión y su interlocución con los priostes, aboga por una estructura bien definida que permita a los portadores asumir un rol protagónico en la planificación y supervisión de la fiesta, siempre en armonía con las directrices religiosas.
La preocupación por el relevo generacional se manifiesta en el discurso, quien destaca la necesidad de instruir a las nuevas generaciones que deseen involucrarse en la portación, este proceso de formación se presenta como una inversión a largo plazo para asegurar que la Fiesta del Príncipe San Miguel siga viva y vibrante en el futuro.
Osvaldo Navas, historiador local, aportó su perspectiva académica, señalando la importancia de delimitar claramente las responsabilidades de los diferentes actores involucrados en la organización de la fiesta, desde el sacerdote hasta la asociación de portadores, esta claridad de roles se considera fundamental para una gestión eficiente y para evitar posibles conflictos o malentendidos.
Felicita Heredia concluye la jornada con una evaluación positiva del progreso alcanzado, subraya el cumplimiento del cronograma establecido y la activa participación de la comunidad en cada una de las etapas del proceso. Asimismo, destaca cómo esta investigación actual profundiza en aspectos simbólicos y antropológicos de la fiesta que no habían sido abordados en estudios anteriores, enriqueciendo la comprensión integral de esta manifestación cultural. El próximo encuentro se centrará en la sistematización de la información recabada, marcando un nuevo avance hacia la elaboración del Plan de Salvaguardia que garantizará la pervivencia de la Fiesta del Príncipe San Miguel como un tesoro invaluable del patrimonio cultural ecuatoriano. El compromiso del municipio de Salcedo y el acompañamiento técnico del INPC se fundan como pilares fundamentales para la consecución de este objetivo.
