Salcedo, o San Miguel de Salcedo, es una ciudad llena de historia y tradición. Ubicada en el corazón de la región interandina del Ecuador, en la Provincia de Cotopaxi, es la tercera ciudad más grande de esta jurisdicción y ha jugado un papel crucial en la historia de la sierra ecuatoriana. Su asentamiento se remonta a tiempos prehispánicos, cuando los panzaleos, un grupo indígena notable, poblaban estas tierras fértiles antes de la llegada de los conquistadores españoles.
Los panzaleos, al igual que otras etnias de la región, como los puruhás, habitaban la zona que hoy conforma Salcedo. Estas comunidades indígenas vivían principalmente de la agricultura y se organizaban en tribus regidas por los ancianos. Aunque su territorio no albergaba grandes ciudades, destacó por la riqueza de su suelo y su clima benigno, lo que permitía una abundante producción agrícola.
Con la llegada de los incas a la región en el siglo XIV, las tribus locales fueron absorbidas por este vasto imperio. Posteriormente, en el siglo XVI, los conquistadores españoles llegaron a la zona. En 1573, Antonio Clavijo, comisionado español, fundó la ciudad bajo el nombre de San Miguel de Molleambato, en honor al Arcángel San Miguel, patrono del día de su fundación. Este acto fue impulsado por el segundo obispo de Quito, Fray Pedro de la Peña, como parte del proceso de expansión y consolidación del dominio español en Los Andes.
Durante los primeros siglos de vida colonial, la ciudad de Molleambato fue testigo de un lento pero constante desarrollo. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX que Salcedo comenzó a experimentar un cambio significativo en su estructura política y social. En 1851, durante la administración de José María Urbina, se creó la Provincia de Cotopaxi, a la que Molleambato fue adscrita bajo el nombre de San Miguel de León, elevándola a la categoría de parroquia rural del cantón Latacunga. Este paso fue fundamental para el reconocimiento de la importancia que esta comunidad empezaba a adquirir dentro del contexto regional.
A pesar de su estatus parroquial, los habitantes de San Miguel de León ansiaban mayor autonomía y reconocimiento. Así, el 18 de abril de 1919, un grupo de ilustres ciudadanos formó la Junta Patriótica Pro-Cantonización, liderada por personajes influyentes de la localidad. Esta organización enfrentó obstáculos iniciales, principalmente la oposición de las autoridades de Latacunga. No obstante, gracias al apoyo del Comité de Damas y la Subjunta Patriótica de Guayaquil, la lucha por la cantonización continuó con firmeza.
Finalmente, el 19 de septiembre de 1919, bajo la presidencia del Dr. Alfredo Baquerizo Moreno, se expidió el decreto que elevaba a San Miguel de León a la categoría de cantón, con el nombre de Salcedo, en honor a Manuel Antonio Salcedo y Legorburú, un orador y líder regional que había luchado incansablemente por el desarrollo del área. La elección del nombre fue propuesta por el Dr. Luis Cordero Dávila, quien reconoció la labor de Salcedo en favor de su comunidad.
Con la creación del cantón, la ciudad de Salcedo comenzó una etapa de acelerada transformación. A lo largo de las décadas, se consolidó como un importante centro agrícola y ganadero de la región andina. Su clima templado y su ubicación estratégica en la hoya del río Patate, a 2683 metros sobre el nivel del mar, le permitieron desarrollar una próspera economía basada en la producción de alimentos. Además, el comercio local cobró notoriedad, especialmente por la elaboración de los tradicionales helados de fruta y pinol, productos que han dado fama a la ciudad en todo el país.
El cantón de Salcedo, con una extensión aproximada de 533 kilómetros cuadrados, está conformado por varias parroquias: San Miguel, la cabecera cantonal, Antonio José Holguín, Mulalillo, Mulliquindil y Panzaleo. Esta división territorial permite una administración más eficiente del vasto territorio que abarca desde los páramos de la Cordillera Central hasta los valles fértiles que forman parte de la Cordillera Occidental.
La ciudad no solo es reconocida por su actividad económica, sino también por su rica vida cultural y religiosa. Cada 29 de septiembre, los habitantes celebran la fiesta en honor a San Miguel Arcángel, patrono del cantón, una festividad que rememora los orígenes coloniales de la ciudad. Asimismo, eventos como la fiesta del Príncipe San Miguel atraen a miles de visitantes, fortaleciendo el sentido de comunidad y el orgullo local.
Salcedo, hoy en día, es una ciudad que ha sabido mantener vivas sus tradiciones, al mismo tiempo que ha avanzado hacia el progreso. Con una población estimada de 65.000 habitantes, continúa siendo un referente en la Provincia de Cotopaxi, no solo por su historia, sino también por el esfuerzo de sus ciudadanos por mantenerla como un lugar de trabajo, cultura y desarrollo.