El proyecto fue desarrollado por el Ministerio de Educación y el Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés), y tiene como objetivo promover la diversidad gastronómica, pero además el fortalecimiento económico de cada sector.
Este nuevo modelo pretende beneficiar a más de 20 mil niñas, niños y adolescentes del país con raciones de alimentos frescos y nutritivos, acción que se logra gracias a un acuerdo estratégico firmado en el mes de junio entre Educación y PMA.
En su fase inicial, se implementará en 14 unidades educativas de las provincias de Guayas, Manabí, Bolívar, Pichincha, Santa Elena y Chimborazo con una inversión de más de USD 2,5 millones; sin embargo, se pudo conocer que, con el pasar de los meses se podrían aplicar en las demás provincias como Cotopaxi.
Según a los representantes del Ministerio de Educación, además de garantizar alimentos nutritivos, la iniciativa promoverá la participación comunitaria de padres y madres de familia quienes colaborarán en la preparación de las comidas, mientras que los productores locales serán los principales proveedores, impulsando la economía territorial y respetando la diversidad gastronómica de cada región.
Este sistema tiene un mecanismo de abastecimiento directo por medio de los productores registrados en la Agricultura Familiar Campesina (AFC) del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Ellas y ellos entregarán 22 rubros de alimentos frescos entre hortalizas, legumbres, granos y frutas a los centros educativos que formarán parte de la fase inicial. Su participación en la cadena comprende la producción, cosecha, postcosecha y transporte.
Con estas acciones se pretende promocionar una alimentación escolar de calidad, pero sobre todo el bienestar y el desarrollo integral de los niños y adolescentes del país.